Habían filmado juntos las comedias románticas “Como Si Fuera La Primera Vez» y «La Mejor De Mis Bodas».
POR CAMILA GOÑI
Cuando las luces se terminan de apagar y la cortina ilusiona con una pantalla más grande, cuando se escuchan los últimos susurros y se filtra algún reclamo por teléfono móvil aún sin silenciar, la primera sensación es que ya sabes el final.
Ellos tan agradables que ni el odio que les imponen desde los libretos para su primera cita convencen sobre un desenlace mínimamente original. En la primera escena se concluye: final feliz. Sin embargo, actuaciones mediante, es tan divertido lo que ocurre en el supuesto camino al enamoramiento que vale la pena transitarlo.
Quedaron atrás los primeros minutos y el público se anima a unos pochoclos. A ninguno de los dos les fue bien en el amor, y se encuentran en una fatal cita a ciegas. El director quiere cómplices y nos encuentra dispuestos a seguirlo en el minuto a minuto. La historia tiene mucho de todos y algo de pocos: Cuando piensan que no se van a ver más, coinciden en un destino insólito: una semana en un safari en Africa, a donde llegan por separado y con hijos.
Frank Coraci dirige con un gran sentido de la ironía y se nota que maneja la comedia de enredos. “Luna de miel en familia”, aunque con final anunciado, hace reír con ganas a una platea exigente. Hay química con el espectador.
El director y Sandler se conocen de «La Mejor de Mis Bodas«, donde también los acompañó Barrymore, y de «El Aguador» y «Click: Perdiendo El Control», otras dos exitosas comedias. Se nota que sabe lo que hace.
Para ir en familia y, especialmente recomendada, cuando está compuesta por padres separados que juntaron propios y ajenos. Su nombre original es “Blended” -mezcla o combinación-.
Bienvenida la incorporación familiar.
Boca de urna 